Siente, vamos a hacerlo juntas, mira tu cuerpo, siéntelo, obsérvalo, ¿qué te cuenta? Sientes ESA presión en el pecho, dificultad para respirar, bombeo del corazón, dificultad para pensar con claridad… sí eso es ansiedad.

Todos y todas hemos sentido esa sensación alguna vez en la vida es natural y necesaria, sin embargo, durante años se ha entendido como una sensación a la que evitar y se trata como si fuera un enemigo.

Al igual que la depresión, la ansiedad se usa muy a la ligera, viviéndola entonces, como algo negativo que no está bien sentir.

La ansiedad te obliga a parar y no continuar con tu ritmo de vida

Qué fácil y divertido sería si solo sintiésemos emociones agradables, alegría, sorpresa, amor… estas emociones nos hacen que un día sea divertido y podamos conectar con el placer, el disfrute y el tiempo pasa mucho más rápido. Sin embargo, hay otras emociones, las desagradables, que nos hacen conectar con lo que no nos gusta, con los límites que necesitamos poner a los demás o a nosotras o nosotros mismos. Nos obligan a parar, evaluar y tomar decisiones. Eso de parar… ya no es tan placentero, sobre todo si no es porque uno lo elige si no porque la situación o la emoción nos lo requiere.

¿Tú también tienes prisa, quieres que se vaya YA?

Cuando mis pacientes vienen a consulta y hablan de ansiedad que sienten, lo hacen desesperados, no saben qué hacer para no sentirla, han intentado entretenerse, no pensar en ella, evitarla, evitar aquello que les causa ansiedad. Llega un punto en el que la ansiedad puede llegar a marcar tu ritmo de vida, ya no estás tú al mando de tu vida, lo está el miedo, la supervivencia, la necesidad de no sentir esa sensación tan invasiva y pegajosa que una vez que llega… qué difícil es regularse y volver a la calma. La calma, ¿hace cuánto que no la sientes?

Mis pacientes vienen con prisa, llevan corriendo, huyendo de la ansiedad demasiado tiempo y piden soluciones rápidas, se quejan y quieren que la ansiedad les deje vivir, pensar, dormir.

Lo entiendo, vivir en un estado de ansiedad constante es agotador, mental y físicamente. Sí, es normal sentir cansancio.

¿La ansiedad es mala?

Vamos a conocer un poco más de cerca a la ansiedad. A ver, ¿qué sabemos de ella?

  • Es una respuesta automática que usa nuestro cuerpo cuando quiere huir de una situación que interpreta como peligrosa.
  • Activa los músculos y aumentan los latidos para que haya más riego sanguíneo en nuestro cuerpo
  • La tienen todos los animales
  • Su función es la supervivencia
  • Paraliza las sensaciones de hambre y sueño

Estas son las señales de la ansiedad, y están preparadas para durar hasta que hayamos huido del peligro, o que el peligro ya no esté presente

Por lo tanto, si tan necesaria es, me lleva a pensar que mala no será, bueno, lo afirmo, no es mala.

Ahora, si este estado se alarga en el tiempo, puede llegar a ser un trastorno de ansiedad.

¿Tengo un trastorno de ansiedad?

Cuando se llegas a pensar si es el momento de pedir ayuda o “no es para tanto” entonces he de decirte algo, confía en tus sensaciones, si has llegado plantearte esto, estás cerca de tu límite, te pido que no lo supere, que te cuides.

Aun así, te doy tres parámetros que te pueden ayudar a decidir si necesitas ayuda.

  • Frecuencia: sientes esa sensación todos o casi todos los días, incluyo varias veces al día.
  • Intensidad: llega a interferir en tu concentración, es invasiva, te cuesta recordar detalles que antes no te pasaba
  • Duración: cuando aparece no hay quien se la quite de encima

Si sientes todo o parte de lo que he descrito sí, tienes ansiedad. En el siguiente artículo te cuento qué hacer con ella, aunque… ¿se puede HACER algo con ella?

¿Hablamos?